| protagonista principal de Kimetsu no Yaiba. Es un cazador de Demonios cuyo principal objetivo es encontrar al responsable de haber matado a su familia y convertido a su hermana Nezuko en una Demonio[5] y luego juró derrotar a Muzan Kibutsuji, el Rey de los Demonios, para evitar que otros sufran el mismo destino que él.Antes de convertirse en un Cazador de Demonios, Tanjiro era un quemador de carbón antes de que Muzan matara a toda su familia mientras que su hermana menor, Nezuko, se convirtió en una demonio. Tanjiro tiene el pelo color burdeos peinado hacia atrás y los ojos oscuros con una cicatriz en la parte superior izquierda de su frente la cual está expuesta. Lleva largos aretes rectangulares con un símbolo de sol y un haori con estampado negro y verde a cuadros estilo ajedrez sobre el uniforme estándar de Cazador de Demonios.Lleva una caja de madera donde duerme Nezuko durante el día. Durante el enfrentamiento final contra Muzan, éste hiere a Tanjiro en su ojo derecho envenenando al joven en el proceso ya que la herida comienza a infectarse rápidamente hasta convertirse en una grotesca masa de carne similara un tumor que hiere de gravedad.Tanjiro perdiendo su ojo derecho en el proceso. Más tarde durante la lucha, Muzan le arranca su brazo izquierdo.Luego de que Muzan haya sido derrotado, éste antes de morir transfiere sus células en el cuerpo de Tanjiro convirtiéndolo en un Demonio. Estando transformado en un Demonio, Tanjiro mantiene su apariencia física como humano, agregándose varias características adicionales tales como la regeneración de su brazo izquierdo, su ojo derecho y la extensión de su Marca, que hacen una reminiscencia a las marcas que posee Kokushibo, surcando su lado izquierdo hasta llegar al puente de su nariz y una tercera marca, más pequeña surge en su mejilla derecha espués de haber superado los efectos de quemaduras del sol al mismo tiempo que una marca adicional surge del lado derecho de su cabeza. Sus ojos pasan a tener rasgos similares a los de los felinos y sus colmillos son más amplios. En cuanto a su indumentaria, Tanjiro mantiene su uniforme de Cazador de Demonios cubierto de sangre y sin una manga, debido a la amputación sufrida siendo humano, perdiendo también su Haori cuadriculado y su Espada Nichirin en el proceso. Después de que fuera restaurado a su forma humana, Tanjiro queda con varias secuelas irreversibles. Para empezar, Tanjiro pierde por completo la visión de su ojo derecho el cual adquiere un tono rosa grisáceo con su pupila de color negro. Su brazo izquierdo el cual fue restaurado, ahora tiene la apariencia similar al que tendría un anciano de edad muy avanzada estando completamente arrugado, esquelético y carente de musculatura. A su vez, Tanjiro perdió la sensibilidad del codo y por lo tanto la capacidad de moverlo del hombro hacia abajo.Tanjiro es amable por naturaleza y ha sido descrito por otros por alguien de ojos muy suaves. Tiene mucha determinación y no se rendirá una vez que tenga una meta que alcanzar; Un ejemplo es encontrar una cura para Nezuko. A pesar de que es relativamente fuerte por sí mismo, no se opone a pedir ayuda a otros cuando la necesita. Él es muy protector con sus amigos y más aún con su hermana menor. Su atributo más importante es su capacidad de empatizar con cualquiera, incluso los demonios. Esto a menudo le da vacilación al matar demonios. Sin embargo, este rasgo también podría hacer que algunos Demonios se rediman a sí mismos momentos antes de la muerte, aunque rara vez ocurre. Sin embargo, Tanjiro posee un lado oscuro de su personalidad la cual mantiene reprimida, pero cuando es superado en su límite de tolerancia es cegado por su ira y frustración, convirtiéndose en una persona agresiva y despiadada ante sus adversarios, llegando incluso a no perdonar y odiar a demonios como Akaza y Muzan que se deleitan con asesinar a sangre fría a inocentes por el simple hecho de hacer sufrir a sus víctimas. Tanjiro también se considera a si mismo como una persona honorable, siendo incapaz de mentirle a nadie sin retorcer su cara, aunque es pésimo para mentir dado que, cuando estuvo infiltrado como una cortesana, la oiran le revela que desde el comienzo sabía que era en realidad un hombre pero no dijo nada porque le parecía curioso y deseaba saber por qué se hizo pasar por una mujer. Por los años de servicio y la cantidad de experiencia que enfrentó, se volvió más calculador y estricto en su decisión. Su coraje para proteger a los débiles lo comprometió a enfrentar a su enemigo con respeto y dignidad, ya sean demonios buenos o malos. |